Un Paseo por el Jardín.

En un pacífico reino, donde nadie se atrevía a protestar por las desigualdades existentes, ya sea por miedo a lo que podría sucederles o simplemente no les importaba, de pronto se empieza a formar un pequeño grupo rebelde. Al ser pocos, nada lograrían con pasos pequeños, por lo que después de un amplio tiempo de investigación sobre el castillo, tales como entradas secretas, senderos menos vigilados, y escondites; fueron con unos bandidos, a los cuales les pagaron una gran cantidad de dinero por secuestrar a la hija del rey y les entregaron un papel con todas las indicaciones a seguir.
El plan se llevaría a cabo un jueves, cuando la princesa estaba paseando por el jardín, sola, como había hecho cada día desde hace mucho tiempo. Mientras ella contemplaba las flores, de pronto, alguien la amordazó y antes de darse cuenta de lo que sucedía, ya le habían tapado los ojos y le habían amarrado las manos. En el lugar del secuestro, uno de los bandidos dejó una nota escrita por los rebeldes, tal cómo le ordenaban las instrucciones.
Fácilmente se la llevaron del terreno real, pues escaparon por una puerta que pocos conocían, ya que estaba cubierta de enredaderas y daba directo al bosque en el cual se encontraba una cabaña, en la que la chica permanecería un largo tiempo.



(Ya! Por fin, no es muy larga pero me costó xD. El nombre es decepcionante, pero me quedé sin ideas. A ver... no me vengan a preguntar si pueden entrar, claro que sí, mientras roleen narrativo todo bien xD. Pues... dejo las fichas a rellenar en el topic de fichas o.o. Son 3 bandidos [chicos] así que pregunten si los quieren usar, después los rebeldes... número indefinido, pero no son muchos, chicos y chicas. Si alguien quiere usar algún otro personaje [ya sea príncipe, un guardia... el rey o__o] me avisa xD.)

[Ya, ahora comienzo para luego no hacerlo xD]

En la ciudad había gran alboroto con la desaparición de la princesa, guardias por doquier registrando cada casa visible. Pero en el castillo, todo giraba en torno a la nota que se había encontrado en el jardín.

"Tenemos a su hija, Su Majestad.
Está bien por el momento, aunque puede que nuestros
"amigos" se aburran de ella fácilmente.
No intente comprarnos, no funcionará.
Solucione el problema del pueblo y podríamos acordar algo.
Se despide Anónimo"

El Rey, intrigado, no sabía que hacer "¿Hacer algo por el pueblo? ¿Qué? Si nadie nunca se había quejado" Pensaba una y otra vez.


Mientras tanto, Amber se encontraba sentada cerca de una esquina, callada y mirando al suelo con una mirada hostil, aunque esto no significaba que no tuviera miedo. Quería estar sola, pero para su desgracia los bandidos se turnaban para vigilarla desde el rincón opuesto del lugar. De pronto, le comenzó a sonar el estómago, al darse cuenta del hambre que tenía abrazó sus piernas para intentar ocultar los gruñidos.

La chica siguió mirando al suelo, intentándo ignorar los comentarios de Immiu, pero le fue imposible, ya que el hambre le superaba. -Cualquier cosa- Murmuró sin levantar la vista, enfadada y a la vez avergonzada por estar pidiéndole comida a alguien de tan baja clase. El solo hecho de sentir hambre hacía que se sintiera horrible. "Qué clase de asquerosidad me traeran" Pensaba molesta.

Mientras tanto, Matt se encontraba en el refugio de los Rebeldes, sentado en una silla y mirando hacia la puerta, esperaba que llegaran los demás, aunque el siempre estaba ahí antes que los otros. Ese lugar era como su casa y sentía una tranquilidad enorme al estar ahí, solo. Nunca llegaba nadie tan temprano como él

( Hoho~, ah llegado la mas Guay < ? )

Ryota estaba recargado de espaldas en una ventana que no tenia cristal, con los brazos hacia adentro, escuchaba la conversación de Immiu y la princesa, faltaba poco para el cambio de turno, por eso estaba ahí, esperando. Se giró y recargó ambos brazos en la base ( o como se llame, ustedes entienden ) de la ventana.
-apuesto que nosotros tenemos mucha mas hambre, lo que pasa es que la señorita lo conseguía todo con un chasquido de dedos, aquí las cosas son distintas - dijo frío, con la cabeza gacha y la mirada hacia arriba
-Aquí las cosas se ganan con esfuerzo, lo cual dudo hayas hecho alguna vez en tu vida - sonrió sarcásticamente y se alejo de la ventana.

( Inspiración off ): )

La puerta del refugio se abrió con un fuerte crugido, y una despeinada coleta de caballo se asomó, seguida de su dueña, quien cerró la puerta empujándola con la pierna una vez estuvo dentro y arrojó una bolsa llena de manzanas que traía consigo sobre una mesa de madera. Tomó una y miró a su al rededor, encontrándose con Matt. Se acercó a él, y le revolvió el cabello cuando lo tuvo al lado. Sabía que eso le molestaba.

- ¡Hola, Matti! - Le saludó Ariadna con alegría, inclinándose hasta quedar en cuclillas junto a la silla de su compañero.

Amber, al escuchar el comentario de Ryota le invadió la rabia, quería a contestarle, pero cuando iba a hablar se dió cuenta que el chico ya se había ido.
Luego miró a Immiu y aceptó el pan, llevándoselo como pudo a la boca. "Pan. Al menos es algo común, está fresco... No está mal, no es igual al de siempre pero, está bueno" Pensó y lo mordió hasta acabarlo.
No saciaba demasiado, pero algo es algo.
Le dolían las manos por las ataduras, pero no iba a quejarse de nuevo, ya encontraría una forma de librarse y poder escapar.

Matt se pasó la mano por la cabeza para "arreglarse" el cabello y miró a su compañera con mala cara cuando se lo revolvió. Aunque luego de unos segundos su cara volvió a ser normal -Hola, Ari- Dijo desanimado como siempre, siempre intentaba fingir una sonrisa, pero no podía.

Ofrecióle la manzana, dejándola sobre su regazo y se acercó a la ventana que daba a la habitación donde se encontraba encerrada la princesa, y Ryota montando guardia.

La golpeó con las uñas, llamando su atención. Luego, entró y se arrodilló junto a la silla de este.

- ¿Qué haces? - Le preguntó, como si no sabiera (xD)

Amber se quedó mirando a Ryota -Oh, si tanto les molesto, ¿Por qué no me dejan irme? O simplemente podrían asesinarme o abandonarme en el bosque. Ni que yo quisiera estar aquí- Le espetó.
Cuando Ariadna entró se quedó mirándola fijo, concentrada, pero desvió la vista al ver entrar a Leo.
Miró lo que traía con curiosidad, pero después volvió a mirar al suelo como si nada le importara.


Matt tomó la manzana y la mordió, estaba jugosa. La mordía lento para aprovecharla mejor "Gracias, Ari" Pensó mientras tragaba.

(murió inspiración xD)

Estiró sus piernas, sentándose junto a Ryota mientras escuchaba a la perfección cada palabra suya. Suspiró hambrienta. No había comido nada en dos días, ni siquiera una de las manzanas que había traído.

- Me estoy muriendo - Susurró luego de un momento de silencio, a veces interrumpido por los quejidos de la prisionera. Se levantó con torpeza, y apoyó su codo izquierdo sobre el respaldo de la silla de Ryota- ¿Tienes hambre? Traje manzanas - Le dijo - Recién salidas del mercado - Soltó una risita algo infantil, sin esperar la respuesta de éste para correr a por dos.

Pasó como una ráfaga junto a Matt, regañándole por no haberle agradecido (Aunque no le había dado tiempo para hacerlo) y saludó con un rápido movimiento de la mano al recién llegado Leo.

No respondió al comentario de Ryota, no quería amargarse más de lo que estaba.
"Si no estuviera aquí... No podrían chantajear a mi padre" Pensó, aunque en realidad ella sabía lo que el chico quería decir, esta era una de sus formas para reconfortarse. Miró sus rodillas y esbozó una sonrisa, esta sonrisa era demasiado molesta para una situación así.

(Como cuando quieres molestar a alguien y en vez de enojarse o.o, te sonríe, y te jodes xDD)

Se detuvo en seco, y giró la cabeza para mirar a Leo. Se acercó, curiosa- También traje comida, son esas manzanas - Señaló la pequeña bolsa sobre la mesa, que ahora se veía más pequeña comparada con lo que Leo había traído para el grupo. Tomó entre manos una hogaza de pan, haciéndola crujir al presionarla con sus dedos.

- Gracias, no se dónde estaríamos sin tí - Volvió a entrar a la habitación de la prisionera, cortando el pan con las manos, y le ofreció un trozo a Ryota- Los trajo Leo. ¿Quieres? -

Amber apoyó su cabeza en sus rodillas, eso le ayudaba a ignorar como los otros comían delante de ella.
No había dormido hace días, pero aún así no tenía sueño. Intentó fingir que se dormía, con la minúscula esperanza de que en algún momento dejaran de vigilarla. Si bien un intento de escape exitoso era prácticamente nulo, se sentiría mas libre al no estar siendo observada.


Matt terminó la manzana, había comido cada rincón de esta ya que hace días que no comía. Con solo la manzana ya se sentía bien. Se levantó de su silla y fue donde Ariadna -Gracias por la manzana, Ari- Dijo con la inexpresividad de siempre y volvió a su asiento.

Oyendo detrás de si la voz de Matt, se levantó, miró de reojo a la prisionera, y dejó a su guardia de turno en paz. Cerró la puerta con sigilo, y tomó una silla, arrastrándola hacia los demás. Se sentó en ella y apoyó un pie sobre la mesa, empujando y levantando las patas delanteras del frío asiento de madera, dándole una buena mordida a una manzana.

- ¿Qué haremos con ella? - Preguntó, nuevamente, más para romper el silencio que reinaba en la sala que por otra cosa.

-Todo depende de la actitud de su padre. Si cumple con su parte, podríamos devolversela rápido para no volver a verla jamás y ya no habría gente muriéndose de hambre y frío en la calle- Dijo -Pero si demora, habrá que soportarla por un tiempo. En el caso de que el rey no quiera hacer nada enviaremos amenazas con lo que le sucedería a su hija si esto sigue así y finalmente habría que cumplir- Concluyó y se sacudió el cabello.

Dejó a un lado el carozo de la manzana, y procedió a 'eliminar' el pan que había dejado sobre la mesa. Lo sujetó con la mano derecha, arrancando un trozo con la izquierda y llevándoselo a la boca. Asintió cuando Matt terminó de hablar.

- Pero aún no entiendo en qué ayudará esto - Dijo, sentándose bien - Cuando el rey tenga a su hija, lo más probable es que la encierre en X lugar y hacer caso omiso a lo que nos prometió. Fuera de estas cuatro paredes, somos solo simples ratas de calle - Sonrió al notar que había utilizado esa expresión para clasificarse, expresión que no le gustaba para nada, aunque ya se había acostumbrado a oírla.

Matt subió los pies a la silla, se cruzó de brazos y los apoyó en sus rodillas.
-Exactamente por eso no vamos a entregarle a su hija. No sin que el actúe primero- Murmuró -Piensa, cuando todo esté más equilibrado, obviamente al pueblo le encantará no tener que robar para alimentarse. Si le devolvemos a su hija e intenta volver todo a la normalidad.. ¿Crees que las gente no se va a quejar? Oh, si, claro que lo hara y pensemos en lo que hicimos nosotros, somos pocos, muy pocos y logramos harto, ahora imagina todo un pueblo en contra del rey, que crees que va a pasar- Su cara se volvió tranquila y una minúscula (MUY minúscula xD) sonrisa se formó durante unos segundos.